Si un hijo se droga, no solo está poniendo en peligro su salud física y mental, sino que también provoca problemas familiares de toda índole. De hecho, la alteración que producen tanto el consumo como la abstinencia puede dar lugar a grandes diferencias entre los miembros de la familia. Por no hablar de otros inconvenientes que, conforme el consumo se acrecienta, van ganando protagonismo. Nos referimos, por ejemplo, a los académicos, laborales, económicos, etc.
Con el objetivo de evitar estos extremos, en este post vamos a profundizar en cómo actuar ante una de estas situaciones. También describiremos la aportación que un servicio como Hablamos puede realizar en estos contextos.
¿Qué hacer en caso de sospechas sobre si un hijo se droga?
Existen una serie de factores para detectar si, verdaderamente, nuestro hijo se está drogando, pero lo más importante es disponer de información contrastada sobre los efectos físicos de los estupefacientes para reconocerlos a tiempo y evitar males mayores. En este sentido, no hemos de olvidar que la percepción del riesgo por parte de un adolescente está atenuada.
En primer lugar, hemos de estar atentos a los cambios de hábitos y amistades más llamativos. Lo mismo podemos señalar respecto al cumplimiento de las obligaciones básicas.
Una vez se ha confirmado el consumo de drogas, conviene ser claros respecto a sus efectos nocivos. Sin embargo, no debemos exponerlo de un modo agresivo ni autoritario. Estas actitudes podrían resultar contraproducentes respecto a la respuesta del joven. La empatía y la información, sin llegar a la prohibición, se revelan como las vías más útiles para abordar estos casos.
En contacto con Hablamos, una ayuda conveniente
Entrar en contacto con un servicio de acompañamiento telefónico y online, como el que proporcionamos en Hablamos, va a resultar muy provechoso a la hora de tratar esta problemática. Además, esta ayuda tiene interés tanto para los padres como para los hijos.
Destacamos su contribución, en especial, en estos supuestos tan controvertidos. Las drogas son todavía un asunto tabú para numerosas familias. En consecuencia, pedir información anónima va a servir para formarse una opinión contrastada acerca de cómo encarar el eventual consumo de estupefacientes dentro de la familia.
Los asistentes de Hablamos estamos preparados para responder a este tipo de consultas y compartir la información de calidad que se nos pida. Estamos comprometidos con llevar a cabo una escucha comprensiva de nuestros interlocutores, por lo que actuamos desde la máxima empatía.
Comunicarse con personas que van a mostrar una actitud predispuesta a ayudar puede suponer una catarsis para quienes están sufriendo las consecuencias del consumo de drogas en sus casas. De hecho, se produce una liberación emocional que contribuye a afrontar la realidad con una actitud más positiva y realista.
Si un hijo se droga, conviene abordarlo directamente en el seno de la familia. Como también entendemos la complejidad de manifestarlo, consideramos que nuestra asistencia online y telefónica puede venir muy bien para tratar el tema con la máxima discreción. Síguenos en redes, consulta nuestros servicios y contacta con nosotros.